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Mi relación con Dios

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Enviado el 01-dic-2015 a las 17:45 por Quim

Dios es grande. Es lo más grande, mejor dicho.
Me sorprende que, a pesar de todo, nos ame y no pierda la esperanza acerca de nosotros. Y me pongo a pensar en el tipo de relación que tengo con él. Y la comparo con el tipo de relación que tengo con la gente, amigos (que alguno hay), familia, hermanos... ¿Por qué hago ésto? Porque creo que la existencia, así, a lo bestia, se resume en dos realidades: todo aquello que pertenece a la vida y a la piedad, y lo que no. Y yo formo parte de una de esas realidades. Entonces, como formo parte del bando de la vida, necesariamente mi vida debe expresar el modo de vida de la VIDA, así como antes, en mi otra vida, quedaba claro a qué bando pertenecía. Y por eso, porque creo que lo que viva con Dios va a definir lo que viva con los demás, me pregunto qué es lo que quiere Dios de mí, qué tipo de relación desea.
Hubo un tal David que alcanzó a tener una relación con Dios que lo convirtió en un ejemplo a seguir. Pero si me pongo a leer, resulta que veo unos cuantos reyes que, al menos desde mi punto de vista, eran mejores que David. Josías, por ejemplo. De éste no se cuenta que flaqueara, ni que matara a nadie, ni que fornicara... sin embargo, el título de "un corazón como el de Dios" se lo lleva el otro. Eso me hace pensar que el tipo de relación que tenían con Dios ambos reyes era diferente. Sin menoscabar la integridad de Josías, ni la de otros, supongo que David llegó al corazón de su Dios de una forma natural, sin preámbulos, sin afectación, sin ceremoniales ni liturgia bien aprendida, sino con pleno conocimiento de quienes eran y el lugar que cada uno ocupaba en el orden de las cosas. Así, con una relación semejante, es como se forja una amistad.
Cada día que pasa crece en mí el convencimiento de que mi Dios quiere que seamos amigos. "Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando", dice. Pero amigos de los de verdad, en el más amplio sentido de la palabra. Cada día tengo menos necesidad de orar reconociendo su grandeza, su poder y gloria, el favor de su gracia para conmigo y el inefable don de su presencia. Y es que, cuando conversamos, todas estas cosas están implícitas en cada una de nuestras palabras. ¿Acaso voy a olvidar que Dios es mi Padre? ¿Podría llegar a olvidarme de que, si vivo, es por su voluntad? Pues del mismo modo no puedo, si mantengo una relación, olvidar ninguna de las otras cosas. Y en mi día a día reconozco todas esas cosas. Básicamente, con la obediencia. Qué espiritual y perfecto parece, ¿verdad?, pero no; fallo a menudo. Lo que pasa es que, en vez de fustigarme, condenarme y ponerme penitencias, arrastrarme como un gusano y llorar desconsoladamente por los rincones, digo: ¡vaya! He vuelto a tropezar... Lo siento. (Y de verdad que lo siento).
Entonces oigo (en mi espíritu, claro): - No te preocupes, mi gracia es grande para contigo. Sigue.
Hay veces que me siento mal, por supuesto, al comprobar una y otra vez y pese a mis intentos de ser "perfecto", que sigo fallando, pero se me pasa enseguida porque tengo conciencia de que mi naturaleza humana es así: falible. No pretendo negarla, ni mi Dios pretende que la niegue. Tan solo que trate de, con su ayuda, domeñarla. Voy a tener que vivir con ella el resto de mis días o sea que, si quiero mantener una buena salud mental, mejor es aceptar que nunca llegaré a la perfección en esta vida. Tan solo caminaré hacia ella. Tener los pies en el suelo, se llama.
David, ese gran ejemplo, acabó sus días siendo no muy perfecto. Por cierto, no envidio en absoluto la vida que tuvo que llevar... Y Salomón, con toda su sabiduría, (¡El más sabio de los hombres!) se dedicó a hacer altares por ahí... Eso puede llegar a pasarme si dedico mi vida a un Dios omnipotente, omnisciente y eterno, que rige los destinos de los hombres desde su trono, inaccesible e implacable, un conjunto de normas y leyes y preceptos... Pero no me pasará si le dedico mi vida a un amigo que, además, es mucho más que todo eso.
David, un hombre "Conforme al corazón de Dios", porque no pretendía ser otra cosa más que un hombre, con todas sus contradicciones, que deseaba acercarse a Dios, que deseaba hacer lo que en su espíritu sabia que era lo correcto, aunque no siempre lo consiguiera. "Acercáos a mí, y yo me acercaré a vosotros", dice.
Y entonces puedo, desde la óptica de la realidad que esa relación me ofrece, relacionarme con los demás del mismo modo. Con el mismo amor, la misma paciencia, la misma gracia que yo recibo para mí. Y no porque los otros lo merezcan o vayan a recompensarme, sino porque es lo que le gusta a aquél de quien quiero ser amigo.
¡Ojo! Que en mi corazón está esto es un hecho, aunque puede que haya quien no lo vea. Pero desde el cielo, que es lo que realmente me importa, la vista es otra, porque "Dios no mira lo que mira el hombre". No obstante mi meta es que lo vea la mayoría. Es lo que llamamos "carácter". Aunque no todos pudieron ver el carácter de Jesús en el propio Jesús...
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Comentarios

  1. Viejo comentario
    Buenas tardes te dejo con gusto mi opinión espero te sea de bendicion.
    1.-Debes tomar en cuenta que Dios como buen papa desea lo mejor para sus hijos asi que si preguntas que desea o espera de ti esa pregunta la has vivido con tus padres terrenales que al igual que papá Dios desea que estés bien pero sobre todo conforme vallas creciendo tus conocimientos sean los correctos para poder vivir una mejor vida futura, asi que papá Dios desea lo mejor también porque tú eres su hijo querido y desea una relación de amor de confianza y esto a compartirse
    2.-en el segundo párrafo denotas algo muy importante que es el conocimiento Dios en verdad escogió a David y antes de proseguir, debo anotar que Dios no es hombre para que mienta y mucho menos hijo de hombre para que se arrepienta, si logras ver la revelación de estas palabras que primero debe existir el conocimiento de la creación y me refiero a todo pero especialmente al hombre pues lo creo a su imagen y semejanza por lo que de tu razonamiento, porque las cosas de Dios no se cuestionan, mucho menos en lo material pues las cosas de Dios son para vivirlas espiritualmente la diferencia que señalas de los demás reyes y David es que Dios ve con agrado la relación con el de los que le adoran en secreto porque él les bendecirá en público sin embargo no cometamos el error como dice el libro de Mateo 6: 5 y vivamos con el versículo 6, que Dios te bendiga y te de la paz que tu corazón necesita para vivir el evangelio de nuestro señor
    Enviado el 17-feb-2016 a las 15:53 por NorbertoRojasyCarreto NorbertoRojasyCarreto está fuera de línea ¡Visita su Blog!
  2. Viejo comentario
    Como siempre, tus comentarios son bienvenidos. Agradezco que me digas lo que piensas. De eso se trata, mi hermano, de enriquecernos mutuamente. Un abrazo.
    Enviado el 17-feb-2016 a las 16:41 por Quim Quim está fuera de línea ¡Visita su Blog!
 

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