Para algunos aún la religión les viene bien para satisfacer su arrogancia, y eso esta mal.

Sin duda que era muy religioso, pero toda su religión se enfocaba en una sola persona, él mismo. Luc 18:11 RV1960 (T) El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;

Orar es hablar con Dios, lo extraño de esta parábola es que éste lo hacía pero con él mismo, "...oraba consigo mismo...". Aún hoy en día muchos se muestran muy religiosos, la pregunta es... ¿a quien buscan agradar? ¿A Dios o a ellos mismos? Lo mejor es que fuera a Dios.

1) ORABA CONSIGO MISMO
Podríamos pensar que se refiere al tono de su voz, pero en realidad expresa la meta y la relación de su oración. No se estaba vinculando con Dios sino con él mismo, con el único objetivo de justificarse como superior a los demás.
Luc 18:9-14 RV1960 (T) A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: (10) Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. (11) El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; (12) ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. (13) Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. (14) Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

El "movimiento" de la oración no estaba enfocado en Dios, sino en él. De igual manera muchos de los esfuerzos de la Iglesia hoy en día, no se encuentran enfocados en Dios sino en la misma persona que los promociona.

Este fariseo oraba consigo mismo, pero hoy vemos quienes predican el evangelio para si mismos también, es decir, que el objetivo no es la exaltación de Dios sino la de sus propias personas.

Otros cantan para si mismos, otros sirven para si mismos, y así podríamos seguir diciendo. El punto es que, muchos de nuestros esfuerzos religiosos están enfocados en una sola persona, nosotros mismos. ¿Para qué? Para encontrar la justificación a nuestra arrogancia.

2Ti 3:1-5 RV1960 (T) También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. (2) Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, (3) sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, (4) traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, (5) que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

CONCLUSIÓN
¿Con quién te estás relacionando cuando haces algo en nombre de Dios? ¿Te estás relacionando con Él o lo que haces es un simple movimiento dirigido a ti mismo?

Cuidado, la arrogancia puede depararnos sorpresas demasiado tristes como para que el justificarla valga la pena.

Col 3:17 TLA Y todo lo que hagan o digan, háganlo como verdaderos seguidores del Señor Jesucristo, y denle gracias a Dios el Padre por lo que Cristo ha hecho por ustedes.