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Enviado el 12-dic-2016 a las 11:29 por souljazz (subastando la neurona)
Su pluma está eufórica, escribe con cariño, con alegría, en medio del arraigo domiciliario, en la zona más rara de Roma, no puede dejar de pensar en que sus hermanos, amigos y discípulos sigan amándose y creciendo en la obra de Dios.
Timoteo mira con curiosidad la sonrisa en su rostro y claro que se pregunta,
¿El por qué de su confianza al redactar la carta?,
son dos viejos amigos, charlando de otros amigos que se miran como enemigos.
Él sabe que está...
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