[FONT="Verdana"][SIZE="3"][COLOR="Blue"][I][B]Mateo 13:10 - 17[/B]
10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron:
¿Por qué les hablas por parábolas?
11 El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado
saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más;
pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis.
15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyen pesadamente,
Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y con el corazón entiendan,
Y se conviertan,
Y yo los sane.
16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos
desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.[/I][/COLOR][/SIZE][/FONT]

[FONT="Georgia"][SIZE="3"][I][COLOR="DarkRed"][B]Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.[/B]

No puede Dios ayudar a los que se resisten a verse a sí mismos tal cual son, a los que difícilmente prestan atención a lo que Dios les dice.
Es necesaria una actitud valiente para sacar a la luz lo que somos, y confrontarlo delante de Dios. La reacción natural es esconderse, como Adán y Eva en el huerto de Eden:[/COLOR][/I][/SIZE][/FONT]

[FONT="Verdana"][SIZE="2"][COLOR="Blue"][I]Gén 3:9,10
Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.[/I][/COLOR][/SIZE][/FONT]

[FONT="Georgia"][SIZE="3"][COLOR="DarkRed"][I]Así uno se engaña a sí mismo, y transita por la vida con muchos asuntos sin resolver, y no se explica la razón de sus penurias.

Pero es un regalo de Dios que nuestros ojos y nuestros oídos sean abiertos.
Necesitamos esa gracia de que Dios nos permita ver toda nuestra miseria, pero también todo su amor, para que sintamos el impulso de volvernos a él, y recibir la limpieza y la libertad.[/I][/COLOR][/SIZE][/FONT]

[FONT="Verdana"][COLOR="Blue"][SIZE="2"][I]Isaias 6:5-7
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios,
y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos,
han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido,
tomado del altar con unas tenazas;
y tocando con él sobre mi boca, dijo:
He aquí que esto tocó tus labios,
y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.[/I][/SIZE][/COLOR][/FONT]

[FONT="Georgia"][SIZE="3"][COLOR="DarkRed"]¿Hasta qué punto he ido escondiendo cosas de mis propios ojos, para no ver tampoco la salida? Cada cosa que descubro, quiero presentarla delante de Dios, para poder ir limpiando mi camino.

Gracias a Dios que él busca la forma y los instrumentos necesarios para hacerme entender. Aunque sea doloroso y vergonzoso el proceso, quiero ir por ese camino.

Señor, abre mis ojos y mis oídos siempre. Enséñame el camino correcto.[/COLOR][/SIZE][/FONT]

[FONT="Verdana"][SIZE="2"][COLOR="Blue"][I]Salmo 32:8
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.[/I][/COLOR][/SIZE][/FONT]