tan profundo y superficial como la vida misma... 
Contemplando la ciudad….
Contemplando la ciudad….
Se puede escuchar el silbido del aire sobre la madera, la oscuridad es evidente pero sus ojos están posados sobre la planicie que domina la ciudad, las luces tenues son muestra de que ahí están, pensando, riendo, llorando, indiferentes, pero ahí están… aquellos por los que ha sido levantado en esa cruz….
Aun puede percibir el aroma del asno en que iba montado, aun escucha la algarabía y exclamaciones de los discípulos que le alababan de forma expresiva y sentida, aun puede ver el gozo en los ojos de aquellos que sin miramientos ponían sus mantos bajo los pies del pollino…
“Bendito el Rey, bendito el Rey”, ¿que mas puede pedir? Le han reconocido como Rey que viene de parte de Dios; mas él sabía que no era el tiempo ni el momento, que solo fue un instante del futuro, pero no era ya el presente….
Recuerda la voz de aquellos que no lo ven como Rey, de aquellos que ni siquiera lo ven como enviado de Dios, de aquellos que se piensan mejores que cualquiera, de aquellos que diciendo conocerle no le reconocieron….
Sus ojos se vuelven a posar sobre la ciudad y corre una lágrima por su mejilla… como lloró a su llegada, llanto que no tuvo ni siquiera en el momento de ser azotado, ni aun al cargar el madero tan pesado, llanto que ni aun tuvo al momento de sentir alguno de los clavos que le atravesó….
Y retumba en su mente:
“….si reconocieras al menos hoy, el día de tu visitación…”
“Si reconocieras…. Si reconocieras…..”
Vuelve a contemplar la ciudad….. suspira pues no le conocen… no ha bastado su sangre esparcida por el lugar de castigo, ni el rastro derramado en la vía del Gólgota, ni aun verlo ahí, exclamando;
“Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”….
Hoy, sigue contemplando la ciudad, cada hogar, cada lugar…. Cada vida que una vez mas está ahí, sufriendo ó sonriente pero indiferente… indiferente a su voz, indiferente a su llegada, indiferente a su amor….
Ya no está sobre la cruz, está en el trono de Dios, ahí donde ya no hay silencio sino la alabanza de los ángeles de día y noche… ahí donde no hay llanto ni tristeza ni dolor….
Más aun sigue ahí, mirando la ciudad y exclamando….
“….si reconocieras al menos hoy, el día de tu visitación…”
Lucas 19.
Total de comentarios 2
Comentarios
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Es muy emotivo, soul, la bondad, y el amor y misericordia del Señor en su humanidad, ofreciendose a si mismo.Enviado el 09-dic-2010 a las 22:28 por silvi 
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parece como si todavía anduviera por esas calles polvorientas...
Enviado el 26-dic-2010 a las 21:52 por alejandrafeijoo
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